martes, 29 de enero de 2013

La duración de los meses y los trienios

Corre por ahí el rumor de que los políticos españoles son  unos  patanes.  Yo creo todo lo contrario. Esta gente consigue cosas que no están al alcance del común de los mortales. Así,  esta semana hemos sabido que entre los "órganos competentes" de la Generalitat Valenciana y la gerencia de la UA han logrado que la cuesta de Enero dure 35 días, en lugar de los 31 que indica el calendario.  Así nos ha sido comunicado por correo electrónico, firmado por el gerente de la UA: 

NÓMINA DE ENERO

Se nos indica desde los órganos competentes del Gobierno de la Generalitat Valenciana
que la transferencia de la subvención mensual de enero de 2013, necesaria para el abono
de la nómina de dicho mes, se hará efectiva a la universidad el próximo día 31. Por
tanto, es previsible que los ingresos en las cuentas del personal de la misma estén
disponibles entre los días 1 y 4 de febrero.

 Los de los "órganos competentes" invita a  hacer bromas de mal gusto, que ahorraré a los sufridos lectores de este blog, y también a hacer unas cuantas preguntas. ¿Qué órganos son esos?.  ¿Son los mismos responsables de pagar a los farmacéuticos, los abogados del turno de oficio y los colegios? ¿Son los mismos que han conseguido que la GV se haga la principal accionista del Valencia? ¿Son los mismos que dieron una subvención de millones de euros a la Ciudad de la Luz, que fue posteriormente declarada ilegal? ¿Son los mismos que han gestionado la televisión autonómica? ¿Son los mismos que han terminado pidiendo al gobierno central un rescate?.  Dejo aquí espacio para que el lector haga sus propias preguntas sobre los "órganos competentes" del Gobierno de la Generalitat Valenciana

Pero si el lector está maravillado con la hazaña de alargar  4 días el mes de enero de 2013, lograda por la GV, ayudada por una UA que no ha tenido la precaución de tener un poquillo de riñón para tener algo ahorrado, quedará aún más impresionado por el golazo que ha metido  el Ministerio de Economía y otros asuntos.   En un alarde de ingeniería contable que será recordado durante años (puede que miles de años, si la duración de los mismos es tuneada por algún político más adelante),  los proyectos del plan nacional de I+D para el trienio 2013-2015 serán pagados en 4 años (véase el anuncio en el BOE).

Así, cuándo hace unos meses  un tercio de los grupos de investigación de-este-país al que  le tocaba pedir proyecto  para el trienio  2013-2015 se puso manos a la obra,  mal podían saber que a la lista de conceptos discutidos y discutibles, donde figuran la nación, la inocencia, la decencia, el talante y el talento,  habría que unir el de trienio.   Pero esto nos pasa por no tomarnos en serio a Einstein, que dejó bien claro que dos observadores en movimiento relativo que midan un intervalo de tiempo asociado a un fenómeno físico, obendrán resultados diferentes.  Como quiera que está claro que los investigadores y los políticos nos movemos con velocidades diferentes,  es más, vivimos en planetas diferentes,  a nadie debería sorprender que  para  el Miniterio de Economía el trienio 2013-2015 acabará en 2016. De todas formas,  esta gente aprieta pero no ahoga, y para hacer más llevadero el trienio de 4 años, durante el prime año la mayoría de los centenares de  grupos de investigación afectados contarán con menos de 10k€ para hacer su investigación durante el primer año, con lo que digo yo que no esperan que la gente se mate a investigar.  ¿O si?. 






sábado, 19 de enero de 2013

Bankia, Valencia CF, la Generalitat y la ruina


Hay noticias que no hay por dónde cogerlas. Pasen y vean:
"La generalitat será el nuevo máximo accionista del Valencia CF"  (El Confidencial, 18-1-2013)
"La generalitat, dueña del Valencia"  (El País, 18-1-2013)

Los titulares no alcanzan a incluir a otra institución implicada en la historia: Bankia.  Por lo visto, el Valencia CF no ha podido hacer frente a su deuda con Bankia  y, como quiera que la Generalitat había aceptado actuar como avalista del préstamo,  no le queda otra más que comerse el marrón.  Mejor dicho, no le queda otra más que rascar nuestro bolsillo, 86M€ del ala,  para salvar al Valencia CF.  

Así,  un club de fútbol arruinado le debe dinero a una institución financiera arruinada y los platos rotos los asume una Generalitat arruinada, que fue la primera en pedir auxilio al Fondo de Liquidez Autonómico para pedirle 4500M€ a un Gobierno Central que también está arruinado, entre otras cosas porque ha nacionalizado Bankia,  en la que se ha gastado de momento 4500M€ (lo cual no deja de ser una coincidencia, además de un escándalo).  

No tengo ni la preparación ni la información necesarias como para poder estar seguro de cómo rayos se ha llegado a esta situación, pero todo esto parece otra consecuencia más de nuetros locos años cero. En aquella época feliz,  el Valencia CF podía ir a pedir un crédito, supongo que a Bancaja, y ser avalado por la Generalitat, que tiene una vocación de avalista de proyectos  fracasados.  La misma Generalitat que se rascaba nuestro bolsillo para pagar derechos de retrasmisión del fútbol, uno de los principales ingresos del Valencia CF.   Todos muy listos, o muy tontos, según se mire. 

Uno se pregunta si el Presidente del Valencia CF dimitirá, asumiendo su responsabilidad en el fracaso que supone que una institución no pueda hacer frente a sus pagos y se tenga que recurrir a la ejecución de un aval.  Y si no dimite,  si la Generalitat lo cesará, ahora que son el principal accionista alguna forma tendrán de forzar la situación, y designarán un gestor más eficaz. Pero uno también se pregunta si el genio que decidió comprometer el dinero de los valencianos en avalar al Valencia CF, y también al Hércules y al Elche,  lo cuál ha dado lugar a un desembolso de un total de 118M€,  asumirá su responsabilidad y dimitirá. O si ni tan siquiera llegaremos a saber su nombre.   Uno se pregunta si el lince o linces de Bancaja que dió el crédito al Valencia CF, será despedido, o apartado de puestos que le impidan dar créditos a morosos. 

De hecho, no es verdad que me lo pregunte, porque  realmente pienso que nada de eso va  a pasar.  Realmente creo que la gente está más ocupada del resultado del partido de vuelta de la Copa del Rey con el Madrid, o del ascenso del Elche, que de estas cosas.  Que  entre los 22M€ de Barcenas en Suiza,  el caso Urdangarín, las cacerías y correrías reales, el caso Pallerols-Durán, el desvio fraudulento de casi 1000 M€ en el caso  ERES de Andalucía,  Baltar colocando a 200 parientes de concejales de un tirón en Orense, las presuntas cuentas de la familia Pujol en Suiza, o si nos ceñimos a las noticias de ámbito local,  con la policía registrando el ayuntamiento de Benidorm, la diputación de Alicante y la casa de su presidente, el caso Brugal,  el pufo de la Ciudad de la Luz, esto sin recordar casos que ya han sido cerrados y que acabaron Camps dimitido,  no nos queda hueco para otro cabreo más. 

¿Qué pensarán los proveedores de la Generalitat que no han cobrado? ¿Qué pensará la gente que ha perdido su trabajo por los recortes y ve como si hay dinero para salvar al Valencia CF?  ¿Qué futuro nos espera si invertimos nuestro dinero en equipos de fútbol y no en Educación, Investigación?. 


miércoles, 16 de enero de 2013

Como las bombillas

Es un hecho conocido que las bombillas  desperdician más de la mitad de la energía que consumen  en forma de calor, y no en forma de luz. Algo parecido pasa con las Universidades Españolas.   Tomemos como ejemplo el decreto Wert y su intento de corregir uno de nuestros muchos desequilibrios clamorosos: el escaqueo.  Cualquiera que pase 3 meses trabajando en una Unversidad española sabe que, grosso modo,  hay dos tipos de profesores.  Hay profesores que, después de dar las clases, se meten en el despacho,  escriben proyectos de investigación, los envían dentro de plazo la agencia financiadora correspondiente,  traen los fondos a la universidad, compran equipo,  contratan investigadores,  van al laboratorio o hacen simulaciones o trabajo de campo,   compran material, escriben artículos de investigación (en inglés, claro ),  escriben informes anuales de seguimiento de los proyectos, viajan a  otros centros de investigación, van a congresos, dirigen tesis doctorales.  En el mismo espacio-tiempo, hay otros profesores que después de dar sus clases se van a casa, o a su otro trabajo.  O sea, que hay profesores que investigan y otros que tienen aficciones. 

Los profesores de universidad estamos obligados legal y estatutariamente a investigar. Como quiera que el incentivo económico para investigar es minúsculo, no hay medidas disciplinarias para los escaqueados, ni tan siquiera hay un reproche moral, tenemos el resultado esperable de que más de la mitad de los profesores de Universidad no investigan. Una forma de cuantificar esta afirmación es usar como medida la obtención de los famosos sexenios.   Para ello, cada 6 años los profesores de universidad podemos, de manera voluntaria, someter nuestra actividad investigadora a la evaluación de una  agencia estatal (Comisión Nacional de Evaluación de la Actividad Investigadora) que evalua con criterios bastante laxos y emite un informe con una sola palabra: "positiva", o "negativa", que da acceso a   un  pequeño premio económico, inferior a 200€ al mes. Menos de la mitad de los profesores de universidad elegibles tiene concedidos todos los sexenios, o dicho al revés, a más de la mitad le faltan sexenios. 

Con el fin de  intentar remediar esta archiconocida  situación, Wert sacó un decreto ley en el que se castigaba a los profesores faltos de sexenios a dar más clases. Puede uno imaginar que la redacción y aprobación de un decreto ley requiere de unos cuantos centenares de horas de trabajo.  La reacción en las universidades también se ha comido otro tanto, pero multiplicado por 50.    Primero, en forma de  protestas, mails, pataleos,  manifestaciones, y otras actividades típicas de la  PUDUPA.  Después,  una comisión ha elaborado un borrador de reglamento para implementar el decreto Wert que tiene nada menos que 8 páginas, 5 artículos, 4 disposiciones finales,  y un anexo con 5 tablas, cuya complejidad  supera el manual de un microscopio de barrido electrónico. 

En los próximos meses el borrador circulará, se cambiará, se aprobará por la junta de gobierno, y luego cada uno de los Consejos de los  50 departamentos reasignará clases para adaptarse a la nueva situación.  Así, el año que viene, Fulano,   que llevaba 20 años riendose en su fuero interno de Mengano por dedicar 20 o 30  horas a la semana a investigar mientras que él se iba a casa a dormir la siesta,  dará   a partir de ahora 2 horas más de clase a la semana, y Mengano dos horas menos.  Como resultado, Fulano, que por no investigar difícilmente puede saber por donde diablos van los tiros en el mundo en 2013, les dará más clases inútiles a más alumnos.   O sea, que le daremos peor servicio.  Otro día hablamos de cómo han resuelto este problema en MIT