jueves, 7 de junio de 2012

Medidas de ahorro y captación de fondos


Busco en The Economist, Financial Times,  El Confidencial,  El País, El Mundo,  y no encuentro nada sobre un posible encuentro entre Rajoy y nuestros rectores para negociar sobre las condiciones de trabajo de los profesores sin sexenios.  No.  De lo que hablan todos los medios es de rescate, de intervención, o de un milagro.  En España la crisis ha explotado como una bomba que ha arrasado 3 millones de puestos de trabajo, y se ha llevado las Cajas por delante.  A la  Universidad la bomba le ha caido relativamente lejos. Es verdad que nos han bajado el sueldo, se nos han llenado las áulas con los chavales que irían, o estaban, en el mercado laboral, justo cuando empezabamos a implementar nuestro particular tiro en el pié, el "plan Bolonia", usando la nomeclatura oficiosa que delata cierta indigencia intelectual. Pero ni se han fusionado Universidades, como si ha ocurrido con las Cajas, ni se ha echado a mucha gente a la calle, de momento,  ni se han triplicado las tasas de los estudiantes, como si han hecho en Inglaterra, ni hay planes de privatización a la vista, como ocurre con Loterías del Estado y Aeropuertos.  

Pero, aunque el presidente diga que no estamos al borde de un precipicio,  tiene todita la pinta de que vienen tiempos auténticamente difíciles para la Universidad. Como poco.  El razonamiento da casi vergüenza tener que repetirlo: las administraciones responsables de financiar a la Universidad, comunidades autónomas y administración central, están al borde del colapso y ambas están siendo supervisadas y casi obligadas a reducir gastos.  El ministro Wert ya  nos ha puesto en el punto de mira.  Aquí muchos creen que se trata de otro episodio más de las batallitas de cartón entre la universidad y los gobiernos del PP, y que si gritamos un poco más fuerte y sacamos más gente a la calle,  nos libraremos de la crisis sin introducir reformas estructurales.   Yo creo que están equivocados. El tiempo dirá.

Si dependiera de mi, yo empezaría a introducir medidas de ahorro y de captación de fondos, antes de que vengan a obligarnos.  Aquí van unas cuantas, fáciles de implementar, y que además de buscar el ahorro y captar fondos,  buscan racionalizar, que es incluso más importante:
  1. Ahorremos en teléfono. Para ello el primer paso sería hacer público cuánto gasta cada línea de teléfono,  y cúanto se gasta la Universidad en total.  Circula un rumor, que yo me niego a creer, que cifra nuestra factura telefónica anual en 27 millones de euros, es decir el 13% del presupuesto total, y mucho más si descontamos el capítulo de nóminas. El nuevo rector ha prometido transparencia: ¿podemos saber cuánto gastamos en teléfono?.  Y por supuesto, para gastar menos en teléfono, sin dejar de hablar, podemos usar masivamente skype y otras soluciones de voz sobre IP, que son gratis.
  2. Cobremos por el parking.  Aunque sólo fuera por las mañanas, y una cantidad simbólica (1€ por plaza para estudiantes, profesores y PAS, de 8 a 15h).  A los "ocupas", les cobraríamos precio de mercado.   Por supuesto,  el pago y supervisión se harían mediante un sistema parecido al de la zona azul en las ciudades, para evitar retenciones a la entrada y salida.  Y la supervisión del pago la podrían hacer los bedeles, con lo que por fin encontraríamos un quehacer para esta pobre gente, condenada al aburrimiento 37 horas a la semana.  Además de suponer unos ingresos para la Universidad,  se descongestionarían nuestros aparcamientos, con el consiguiente ahorro de tiempo y aumento de la calidad de vida de todos.
  3. Aumentemos los ingresos por investigación. De acuerdo con otro estudio del Observatorio INUE , la Universidad de Alicante figura en el puesto 33, de 48, en el ranking de "Número de proyectos obtenidos en convocatorias del Plan Nacional por 100 profesores", con 3.90 proyectos por cada 100, 3 veces menos que la primera.  Si duplicamos este número, consiguendo así ponernos al mismo nivel que nuestros vecinos de la UMH,  duplicaríamos esta partida de ingresos, que ronda los 10 millones anuales.  ¿Cómo lograrlo?. Sigan leyendo.
  4. Suprimamos ayudas a investigación  y a viajes a quienes no hayan pedido proyecto de investigación.  Está claro que para que te den proyectos hay que pedirlos, con lo que deberíamos cortar cualquier alternativa de financiación a los grupos que ni siquiera lo intentan. El VR de investigación y el de Relaciones Internacionales tienen programas de ayuda a grupos de investigación, y de pago de viajes a congresos.  Los grupos de investigación y los viajes deben ser financiados mediante proyectos obtenidos por convocatorias competitivas de la Generalitat, el Ministerio y la Unión Europea.
      
  5. Fomentemos las donaciones por parte de antíguos alumnos.  Si, yo también me estoy riendo mientras escribo esto, pero si lo hacen en Harvard, ¿por qué no nosotros?.  Algún antiguo alumno habrá por ahí que pudiera querer hacer un donativo a su querida universidad.  Entre nuestros alumnos hay algún diputado, alguna ex-ministra,  y supongo que a muchos otros les habrá ido muy bien.
Ahí queda eso. Si el gerente se ha atrevido a sugerir que ahorremos en sobres de correo interno, no veo por qué no debíamos ahorrar de verdad y ponernos serios una vez.  Alguien tenía que decirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario