miércoles, 26 de septiembre de 2012

Independencia

Como quiera que el tema es importante, y no faltan en el campus quienes ponen a Alicante en el mapa de Cataluña,  quiero dedicarle unas líneas al tema de la Independencia. Es un asunto curioso, porque a tenor de las declaraciones de sus partidarios, más que un proceso de independencia parece que están construyendo un cohete para meter a 7 millones de catalanes dentro e irse a vivir a otro planeta.  Y no.

En el primer  día de la Cataluña independiente, los siguientes problemas seguirán ahí:
-la administración catalana seguirá debiendo 42 mil millones de euros, a razón de 6 mil por ciudadano
-el número de desempleados en Catalauña seguirá donde está (700 mil)
-la incapacidad de la administración catalana para financiarse, y prestar servicios, seguirá ahí. 

Además, cabría esperar problemas nuevos: 
-Cataluña tendrá una "minoría étnica" de gente que se siente española, muchos de los cuáles no hablan catalán.  
- No es descabellado pensar que tal vez el resto de España sentiría cierto desafecto hacia lo catalán. Esto incluye grandes corporaciones como La Caixa, el Sabadell, que verán mermado su negocio
-Cataluña saldría automáticamente de la UE y de la OTAN.   Lo primero sería una ruina económica, y lo segundo una amenaza estratégica. 
-El Barcelona FC y el Español de Barcelona  tendrían que salirse de las liga de fútbol (y el segundo cambiar el nombre, supongo), o solicitar su permanencia, como ya ha hecho el presidente del Barcelona. 

Además,  hay  ciertos aspectos estratégicos que algunos tienden a pasar por alto. Tras la independencia, Cataluña seguiría manteniendo una red de infraestructuras, ríos, lazos familiares, grupos empresariales,  que la unen al resto de España.   Aunque corren malos tiempos para la "marca España", la marca "Cataluña is not Spain" no será más atractiva.  En el "pool" de 400 millones de hispanohablantes hay un capital humano que podría pensarse dos veces ir a vivir a  Barcelona si deja de ser la segunda ciudad de España y pasa a ser la capital de un pequeño país hostil a la cultura hispánica. Por poner un ejemplo fácil de entender: ¿se habría ido Messi a vivir con 13 años a la Barcelona en catalán que sueñan algunos?.  Pero no se trata solo de futbolistas. La pérdida de atractivo para el capital humano afectará a científicos,  ingenieros, médicos, dentistas,  informáticos...

Uno piensa que los políticos catalanes tienen esto claro, que van de farol, y que lo que buscan con toda esta movida es más dinero, más poder político, y  atraer  la atención de la ciudadanía hacia el asunto identitario, evitando así las críticas sobre la gestión de la clase política catalana, que ha conducido a la quiebtra técnica de su gobierno.   Pero uno también sabe  que otros pueblos,  perféctamente civilizados, han tomado decisiones que les perjudicaban  catastróficamente influidos por un exceso de nacionalismo.  

Hay temas que terminan por aburrir.  Aunque solo fuera   para combatir el tedio, querría ver un referendum,  uno de verdad,  vinculante, en el que los cuidadanos de Cataluña se pronuncien al respecto. Y dado que vamos a meter a España en ese quirófano, a ver si amputamos un brazo, o extirpamos el tumor cerebral del nacionalismo regional,  aprovechamos y hacemos otro en las regiones que así lo pidan.  Cosas de la curiosidad hipertrofiada de los científicos, pero quiero ver que hace esta gente  si les dan a elegir entre ser un pueblo oprimido por España, pero metidito en la UE,  o ser una república báltica, negociando su entrada en la UE,   por segunda vez en 30 años. 

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