Transcurrida menos de una semana desde que Wert le hiciese un homenaje a Gila, llamando al enemigo para informar de sus intenciones de atacar, y ahora que empezabamos a ver los resultados de su brillante maniobra, parece que el señor Ministro se ha dado cuenta de que no está el horno para esperar 6 meses a que los expertos hagan un informe. Por ejemplo, porque el próximo curso está a la vuelta de la esquina y, parafraseando a E.A., "no hay un puto duro". Así, Wert anuncia el cambio normativo que permite a las CCAA implementar la subida de tasas.
Esto ocurre tras las primeras reacciones contra el nombramiento de la comisión. Por un lado, un artículo bastante recomendable, que se posiciona de forma inteligente, pero no exenta de unas cuantas manipulaciones, contra las premisas de Wert para justificar la necesidad de otra reforma universitaria, hechas públicas incluso en la web del ministerio. Y luego tenemos el comunicado emitido por ese órgano cuya mera existencia y funcionamiento es un síntoma de lo que nos pasa, la llamada "Conferencia de Rectores".
La subida de tasas es lógica, inevitable y conveniente. Lógica, porque las tasas actuales, unos 1000 euros por curso, o 3€ al día, cubren tan solo un 15% del coste real. Inevitable, dado que las Universidades, las CCAA y la administración central están arruinadas, únicamente el usuario tiene margen para hacer frente al coste y no parece descabellado pedirle 1.5€ más al día. Y conveniente porque así las familias de los universitarios pagarán un poco más por la educación de sus hijos, y no habrá que pedirle ese esfuerzo a las familias que no están en esa situación, y que en promedio tienen menos recursos.
Sería deseable que, en lugar de empezar a exigir que otros lo hagan, las Universidades implementen medidas para asegurar que aquellos estudiantes que pueden pagar 3€ al día, pero no 4.5€, no queden excluidos. Si implementamos políticas de austeridad, ahorrando por ejemplo en teléfono y reducimos el número de cargos de gestión, quizá podamos crear un fondo propio para echar una mano a los estudiantes brillantes que puedan necesitarlo.
Finalmente, escribo esta entrada con las orejas rojas de aplaudir al leer lo siguiente: "Para mejorar el sistema, se ha propuesto que el personal con sexenios 'vivos' (que están investigando) vea reducida su carga docente, mientras que los que no estén en esa situación tendrán más horas de docencia.". Habría preferido leer que, dado que los profesores de Universidad estamos contractualmente obligados a investigar, se van a habilitar mecanismos para reducir el sueldo a los profesores que no cumplen.
Finalmente, y mientras la comisión de expertos elabore su informe, o lo que sea que vayan a hacer, podemos usar como guia de lo que nos pasa este excelente informe elaborado por el BBVA y el IVIE.
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