De igual manera que la presencia de centenares de dientes en su gigantesca boca nos informan sobre la dieta y forma de vida del Gran Tiburón Blanco, la presencia de una Conferencia de Rectores en el cuerpo de las Universidades Españolas puede aportar alguna luz sobre la naturaleza de nuestro sistema universitario. De acuerdo con su propia página web, la CRUE es un órgano fundado en 1994, sin ánimo de lucro, y cuya misión es " posicionar el Sistema Universitario Español dentro de la sociedad"
Habrá a quien una reunión de la CRUE le evoque esos encuentros de los distintos capos de las familias de Nueva York, pero yo creo que la CRUE se parece mucho más a la conferencia Episcopal. A diferencia del mundo del crimen, donde los conflictos de intereses abundan y acaban en ajustes de cuentas, hasta donde me llega la memoria no recuerdo una disputa entre dos rectores. En un país en el que amamos discutir, y en el que hay dos bandos para todo, nunca se dió el caso que el Excelentísimo Rector de la Universidad A cabrease al de la B por ficharle un profesor, afearle la conducta, o tener un departamento de Física mejor.
Y es que, de acuerdo con la web de la CRUE, su objetivo "es contribuir a la potenciación y mejora de la educación superior, a través de la cooperación interuniversitaria y del diálogo entre universidades". Y este es el quid de la cuestión. Que en lugar de tener como herramienta para la mejora de la "educación superior" la competencia entre universidades, tenemos "diálogo" y "cooperación". Y así nos va. ¿Imaginan que los equipos españoles de fútbol profesional suspendieran la liga, que está muy feo eso de competir, y decidieran promover la calidad del fútbol con entrenamientos colectivos, cursos, folletos, y mucha buena voluntad?. ¿Cuál sería el resultado de esos equipos al ir a competir al extranjero con equipos curtidos en ligas competitivas?.
Esto de la "cooperación interuniversitaria" explicaría por qué las universidades españolas se parecen tanto unas a otras, en ocasiones en aspectos yo diría que pintorescos. Todas están implementando una política consensuada. Así, 56 de las 75 universidades han creado "órganos de Calidad", en muchas ocasiones en forma de vicerrectorado. Me pregunto como alcanzan Stanford o Harvard sus logros de indudable calidad sin tener un órgano que regule el asunto.
Este comportamiento colegiado, cuyos logros están a la vista de todos, alcanza su paroxísmo cuando se trata de emitir comunicados. Y es que, aunque he comenzado este post hablando del tiburón blanco, realmente la CRUE es la versión universitaria del rebaño. Ante la amenaza externa, que siempre viene en forma de gobierno que se inmiscuye en nuestros asuntos (la cossa nostra, en italiano) o en forma de recorte presupuestario, la CRUE le recuerda al gobierno que si atacas a una oveja, las atacas a todas.
Y es que, de acuerdo con la web de la CRUE, su objetivo "es contribuir a la potenciación y mejora de la educación superior, a través de la cooperación interuniversitaria y del diálogo entre universidades". Y este es el quid de la cuestión. Que en lugar de tener como herramienta para la mejora de la "educación superior" la competencia entre universidades, tenemos "diálogo" y "cooperación". Y así nos va. ¿Imaginan que los equipos españoles de fútbol profesional suspendieran la liga, que está muy feo eso de competir, y decidieran promover la calidad del fútbol con entrenamientos colectivos, cursos, folletos, y mucha buena voluntad?. ¿Cuál sería el resultado de esos equipos al ir a competir al extranjero con equipos curtidos en ligas competitivas?.
Esto de la "cooperación interuniversitaria" explicaría por qué las universidades españolas se parecen tanto unas a otras, en ocasiones en aspectos yo diría que pintorescos. Todas están implementando una política consensuada. Así, 56 de las 75 universidades han creado "órganos de Calidad", en muchas ocasiones en forma de vicerrectorado. Me pregunto como alcanzan Stanford o Harvard sus logros de indudable calidad sin tener un órgano que regule el asunto.
Este comportamiento colegiado, cuyos logros están a la vista de todos, alcanza su paroxísmo cuando se trata de emitir comunicados. Y es que, aunque he comenzado este post hablando del tiburón blanco, realmente la CRUE es la versión universitaria del rebaño. Ante la amenaza externa, que siempre viene en forma de gobierno que se inmiscuye en nuestros asuntos (la cossa nostra, en italiano) o en forma de recorte presupuestario, la CRUE le recuerda al gobierno que si atacas a una oveja, las atacas a todas.
En su penúltimo comunicado, del 19-4-2012, el que respondía al diagnóstico de Wert aseverando que no hay ninguna universidad española entre las primeras 150 del mundo (y se quedó corto, no hay ninguna entre las 200 primeras), la CRUE balbuceó un comunicado en el que decían, literalmente, que " una universidad española se sitúa entre el 1% que agrupa a las mejores universidades del mundo, ocho universidades dentro del 2%, 24 en el 4% y todas las públicas y tres privadas, en el 10%. ". Veamos. De acuerdo el Ranking Web of World Universities, hay 20100 universidades en el mundo. Por tanto, si "una" está en el "1% que agrupa a las mejores", quiere decir que tenemos una entre las 201 primeras. Dándole la razón, al ministro, sin quererlo, o sin saberlo, o pretendiendo abusar de la ignorancia del común de los mortales. Este es el nivel, Maribel.
Pero esa frase del comunicado, que no dice nada, lo dice todo. Tenemos "una" el 1% mejor. ¿Cuál?. Eso jamás lo dirán, porque como reza su web, "La CRUE pone en primer plano la fuerza del trabajo conjunto y de la unión". La CRUE no va a entrar en el juego de decir que hay universidades mejores que otras, porque , ¿qué sería lo siguiente?, ¿competir?. Y eso si que no.
Pero esa frase del comunicado, que no dice nada, lo dice todo. Tenemos "una" el 1% mejor. ¿Cuál?. Eso jamás lo dirán, porque como reza su web, "La CRUE pone en primer plano la fuerza del trabajo conjunto y de la unión". La CRUE no va a entrar en el juego de decir que hay universidades mejores que otras, porque , ¿qué sería lo siguiente?, ¿competir?. Y eso si que no.
En su último comunicado, el que responde al decreto que comete la torpeza de combinar la subida de tasas, o mejor dicho, la bajada de la subvención de la matrícula, con el merecido castigo a los profesores funcionarios que no investigan, los rectores se parapetan detrás de los alumnos pobres y después nos dejan la siguiente perla "No hay discusión alguna sobre la importancia de la evaluación de la investigación, pero cabe señalar que esta evaluación ha sido hasta ahora, y sigue siendo, voluntaria por parte de cada profesor, y no tiene como objetivo discernir si se investiga o no, sino establecer únicamente el nivel". Acabáramos. ¿Qué razones podría tener un profesor de Universidad para no solicitar, en un par de tardes, la evaluación de su investigación de los 6 años anteriores que, de resultar positiva, le daría un aumento salarial de más de 100€ al mes para el resto de su vida?. Y ¿qué mecanismo han articulado las universidades españolas, para averiguar qué profesores no investigan?. ¿Existe algun antecedente de expediente disciplinario a alguno de los 50 mil profesores de universidad funcionarios por no investigar?.
Tenemos un sistema universitario que se ha conjurado para no competir, y que su principal diagnóstico de los problemas, que siempre trata de minimizar u ocultar, es el mismo que aquellos genios de mi pueblo, que habían inventado una estufa cuyo combustible eran billetes de 20€. Cuando alguien les dijo que había sistemas más eficaces, dijeron que en efecto, quemando billetes de 50€ tiraba más, pero que la gente era muy ávara.
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